La sacarina es un edulcorante artificial de alta intensidad que se ha utilizado durante más de cien años como sustituto del azúcar. La sacarina sabe más de 500 veces más dulce que el azúcar, lo que significa que se puede utilizar en pequeñas cantidades para reducir el consumo de azúcar.
La sacarina no tiene calorías y un índice glucémico (GI) de cero. La sacarina no es absorbida o descompuesta por el cuerpo y no tiene ningún efecto sobre los niveles de azúcar en la sangre. Por lo tanto, se considera como un importante sustituto del azúcar para ayudar a combatir la diabetes y la obesidad. La sacarina también es estable al calor. En condiciones de aumento del calor, la sacarina se mantiene estable a temperaturas de hasta al menos 250oC. Por lo tanto, la sacarina se utiliza comúnmente en caramelos, galletas, algunas formulaciones de refrescos, así como en lavados de boca, pastas dentales y como parte del recubrimiento de comprimidos en medicamentos.
|